Teoría de Necesidades de Abraham Maslow
En
el presente trabajo trataremos y
desarrollaremos principalmente la teoría de las necesidades planteada por
Abraham Maslow en el año 1943, explicando la forma en que
las jerarquiza según su planteamiento de organización estructural realizado
por nivel de importancia de ellas como necesidades básicas, de seguridad, de
afiliación, etc., más conocida como la “Pirámide de Maslow”.
Conjuntamente, describiremos las
características generales de este orden de las necesidades e individualizaremos
cada etapa detallándola con sus definiciones y
ejemplificaciones, según la importancia que le asigna Maslow a cada una.
Continuaremos,
analizando esta teoría desde un punto de vista crítico, viendo la funcionalidad
de esta teoría en nuestra realidad actual y la relevancia y pertinencia de esta
en el momento de ser planteada, contrastando ambas épocas. Por otro lado, nos
adentraremos en cada escala o nivel de la pirámide de Maslow, de modo de poder
analizar si realmente existe esa jerarquía y es así, es igual a la planteada o
no necesariamente.
Finalmente
nos centraremos en evidenciar la
relación entre la teoría de Maslow y el Trabajo Social, como aporte, a la profesión
para comprender los problemas sociales y el concepto de calidad de vida
que está directamente ligado con la profesión, y por supuesto el concepto de
necesidad que debe ser comprendido y
reconocido por el trabajador
social.
TEORÍA DE LAS
NECESIDADES DE ABRAHAM MASLOW
Maslow
planteó la teoría de las necesidades en 1943, donde las define jerárquicamente demostrando que a medida que
las personas van satisfaciendo las necesidades básicas desarrollan nuevas más
elevadas.
Además las clasificó en distintos niveles dándole un orden según
sus potencialidades e importancia, ejemplificándola en una pirámide en la que
se sitúa en la cúspide las necesidades de mayor relevancia por ende las más
básicas se encuentran en la parte inferior de esta, sin embargo sólo se
puede lograr acceder a lo más alto
teniendo resuelta las necesidades inferiores y así estableciendo en su
conocimiento una necesidad superior.
PIRÁMIDE DE LAS
NECESIDADES DE MASLOW
Necesidades básicas:
Esta
primera necesidad constituye la base de la pirámide, la que permite en cierta
forma en mantener la vida del ser humano
y así poder sobrevivir impulsos o
necesidades fisiológicas no han de considerarse como típicos ya que son
aislables y localizables somáticamente. Es decir, son relativamente
independientes de otros, de otras motivaciones y del organismo como unidad[1].
Como por ejemplo respirar, alimentarse e hidratarse, expulsar los desechos de nuestro cuerpo, mantener relaciones
sexuales entre otros.
Indudablemente estas
necesidades fisiológicas son las más primordiales. Lo que esto significa
específicamente, es que el ser humano que careciese de todo, tendería a
satisfacer las necesidades fisiológicas ante que otras[2].
Necesidades de
seguridad y protección:
Una
vez cubiertas las primeras necesidades, se pasa a la categoría de seguridad “Un hombre saciado, no se siente hambriento,
un hombre seguro no se siente en peligro”[3]
en “el hombre normal, solamente podemos
percibir las necesidad desde seguridad en fenómeno tales como, por ejemplo, la
preferencia universal por un trabajo consolidado y protegido, el deseo de
poseer una cuenta de ahorro, y seguro de varias clases (medico, dental,
desempleo, incapacidad, vejez)”[4].
Maslow
también sostiene dentro de estas necesidades la seguridad moral, la familia y
la propiedad privada. Se refiere a la seguridad en general, no sólo de poseer
algo sino tener la seguridad de que es mío, no sentirme vulnerado en ninguna
circunstancia, a eso se refiere el concepto de seguridad y protección.
Necesidades de
afiliación y afecto
En
el tercer nivel de la pirámide de Maslow, se desarrolla la afectividad de las
personas y las relaciones con los otros “En
nuestra sociedad, la frustración de estas necesidades, es la causa más
corriente de los casos de mal ajuste y
psicopatología mas graves. El amor y el afecto, así como su posible
expresión en la sexualidad, se consideran ambivalente y se rodean corrientemente,
de muchas restricciones e inhibiciones”[5].
Se
pueden satisfacer y cubrir estas necesidades mediante actividades deportivas,
culturales y recreativas. El hombre por naturaleza siente la necesidad de
relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con
amistades o en organizaciones sociales. Se debe considerar que estas
necesidades surgen de manera colectiva en función a una organización social
preestablecida.
Necesidades de
estima:
Maslow
describe que una persona tiene la necesidad de
una estima estable, firme y de
una alta personalidad, en esta etapa tienen la necesidad de auto- respetarse y
apreciarse y a la vez también a los otros.
“La satisfacción de la necesidad de
auto-aprecio, conduce a sentimientos de auto-confianza, valía, fuerza,
capacidad y suficiencia, de ser útil y necesario en el mundo. Pero la
frustración de estas necesidades, produce sentimientos de inferioridad,
debilidad o impotencia, los cuales a su vez, dan lugar a reacciones
desanimadoras e incluso compensatorias o neuróticas”[6].
Maslow
afirma que dentro de esta necesidad pueden ser la atención, aprecio,
reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio
sobre el resto de los individuos.
La
carencia de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo
de inferioridad, al igual que el exceso de muchas de ellas, también es un
origen de graves psicopatologías en muchos individuos.
Necesidades de
autorrealización o auto actualización
Cuando
están satisfechas todas las necesidades, existe una necesidad de realizarse en
forma personal e individual, en el cual el hombre quiere desarrollar sus talentos al máximo. …las necesidades del hombre de una ejecución total, es decir, la
tendencia de llegar hacer actuales todas sus potencias o posibilidades. Esta
tendencia podría ser definida como deseo de llegar a ser, cada vez más, lo que
uno es”[7]
Finalmente en el nivel más alto se encuentran
las necesidades que sólo se pueden alcanzar
alcanzando las necesidades inferiores hasta el punto de satisfacción
gracias a esta el ser humano encuentra un sentido a su vida mediante el
desarrollo progresivo de una actividad.
ANÁLISIS CRÍTICO
A
partir de lo expuesto anteriormente podemos decir, que en la actualidad, no se
respeta el orden de la teoría plantada por Maslow, ya que muchas personas, en
vez de satisfacer necesidades básicas,
les dan prioridad a las necesidades de seguridad, por ejemplo, como estamos en la era del consumismo, algunas personas prefieren poseer un producto tecnológico, en
desmedro de la alimentación, ya que los recursos monetarios son limitados y al usarlos
para adquirir productos de segundo orden se dejan de lado las básicas, sin
intentar juzgar los comportamientos personales de los individuos, creemos que
la jerarquía que realiza Maslow no es respetada, ni representa totalmente las prioridades de
ciertos individuos.
Como
grupo creemos que luego de las necesidades básicas el ser humano debe
relacionarse con los otros (necesidad de afiliación), para así poder satisfacer
la necesidad de seguridad y no al contrario como Abraham Maslow lo menciona en
la teoría de las necesidades (fisiológicas - de seguridad -afiliación…); esto, porque se hace imposible
establecer cualquier seguridad en el ámbito social sin interacción previa con
los que lo rodean.
Con
respecto a la pirámide de la teoría de las necesidades de este autor,
concordamos con las ubicaciones en que se encuentran la necesidad fisiológica,
reconocimiento y autorrealización, pues en nuestro contexto social y cultural les
daríamos la misma ubicación a tales necesidades.
Concordamos
que el valor que tiene esta pirámide y
la forma en que esta estructurada, si responde a la forma en que las personas
se desarrollan desde un punto de vista más amplio, actualmente, llegamos como
sociedad chilena a cumplir solo las primeras 3 etapas de esta pirámide y muy
pocos logran ser reconocidos y sentirse auto-realizados, en cosas tan
cotidianas como, si es un buen trabajador, si es un buen padre, si es un buen
vecino, etc.
En
el caso de la autorrealización es difícil determinarla porque puede que alguien
que la etapa anterior le sea omitida o más bien poco destacada, pero en general
no es el caso.
Lo
que hace mas interesante la autorrealización
es como cada uno de nosotros como individuo nos sentimos satisfechos,
porque quizás ser un abogado o médico exitoso no sea sinónimo de sentirse auto-realizado,
o lo contrario, un hombre humilde que vive de lo que su campo le pueda
proporcionar y es feliz trabajándolo, se sienta satisfecho como ha llevado su
vida en un sentido general, es entonces incorrecto afirmar que éxito y dinero
sean sinónimos de sentirse auto-realizados.
Con
esto queremos dejar en claro que si bien la teoría de las necesidades de Maslow
es muy interesante e innovadora, en si misma queda sujeta a la interpretación
de cada persona y en que medidas algo es necesario, va mas allá de un tema
cultural, tiene que ver con un tema de interpretación personal y de la
cosmovisión que cada uno tiene para abordarlo de forma tal que se pueda no sólo
sean palabras sino ver como se aplica esto en nuestros días y en los casos
sociales que para nosotros como futuros profesionales del trabajo social nos
pueda aportar y quizás servir de base teórica (humanismo) para la vida
profesional.
RELACIÓN DEL
ENFOQUE CON EL TRABAJO SOCIAL
El principal foco de estudio y acción del Trabajo Social es el análisis
de las necesidades humanas, ya que “no
puede haber necesidades sin la existencia de un sujeto consciente del desagrado
que sufre, el que debe tener información de los medios existentes para
satisfacer las necesidades, y voluntad para eliminar el desagrado”[8].
Por tanto, el trabajador social está enfocado a los problemas sociales
como surgimiento de una determinada carencia que afecta a un individuo, grupo o
comunidad, siendo imprescindible comprender la conceptualización sobre las
necesidades humanas.
Abraham Maslow, pionero de la psicología humanista, formuló la Jerarquía
de las Necesidades Humanas, afirmando en su Teoría de las Necesidades que “aún cuando todas estas necesidades estén satisfechas, podemos
esperar que, a menudo (si no siempre), se desarrolle un nuevo descontento y una
nueva inquietud”[9],
es decir, a medida que el hombre satisface sus necesidades básicas, desarrolla nuevos
impulsos y deseos más elevados, que aparecen gradualmente.
Es así, como ciertas necesidades prevalecen sobre otras,
jerarquizándolas en niveles, donde la satisfacción de un nivel no produce un
estado de apatía sino que el foco de atención pasa a las necesidades del
siguiente nivel, tomando el individuo el conocimiento de estas necesidades
superiores y su motivación para satisfacerlas.
En este sentido, el trabajador social debe tener en cuenta esta teoría
como base de conocimiento para una correcta identificación e intervención, a
fin de promover la resolución de una determinada problemática y su posterior
evaluación para oportunas modificaciones en caso de que las soluciones
planteadas no resuelvan las necesidades existentes.
Por lo que el principal objetivo de la intervención profesional del
trabajador social está vinculado a
mejorar la calidad de vida de las personas, que se establece ante
la posibilidad que éstas tienen para satisfacer
sus necesidades.
CONCLUSIÓN
A lo largo de nuestra historia, el ser humano siempre ha tenido
carencias y necesidades que satisfacer,
un principio sólo era cubrirse de
ropas, alimentarse, respirar, tener afecto o sentimientos hacia otras personas,
socializar, protegerse, etc.
Por lo tanto, había que completar de forma necesaria aquellas necesidades,
ya sea de la carencia más básica hasta la más compleja, y así poder sentir que
se habían cubierto estas necesidades positivamente, pero a su vez ir más allá
de aquella carencia y ser un hombre realizado y que puedan tener en sus mentes
que son seres humanos capaces de cubrir aquel problema. Por ejemplo un hombre
que tiene hambre, hará todo lo posible e incluso tomando grandes riesgos para
obtener algún alimento para satisfacerse y luego tendrá otra necesidad aun
mayor y buscará el modo de cubrirla.
Según Maslow, debemos jerarquizar nuestras necesidades, y como ya
sabemos su división y etapas para poder cubrirlas, llegamos a la conclusión de
que según el diario vivir de cada ser humano, este podrá ir analizando sus
carencias e ir cubriéndolas paso a paso, aunque la última etapa según Maslow es la
autorrealización, muy pocas personas llegan a este punto máximo, y la razón es
que las personas siempre queremos más cosas, al cubrir una necesidad que nos
acongojaba nos sentimos muy bien, pero es sólo por un leve momento ya que al
pasar un poco de ahí radica la problemática, muchas veces no nos sentimos bien
con lo que tenemos, y priorizamos de forma incorrecta por estar inmerso en una sociedad consumista no nos es imposible quedarnos
solamente con lo que tenemos y siempre aspiramos a mucho más.
Como futuros trabajadores sociales, debemos saber y tener el
discernimiento necesario para observar cuales son las carencias que las
personas realmente tienen y qué es lo que realmente necesitan, y así ayudar a cubrirlas, además es
importante guiar a las personas vulnerable pues a veces priorizan cosas que no son indispensables, por
lo tanto debe haber en nosotros un intento constante por ayudar a desarrollar
las potencialidades de los clientes y las capacidades de priorizar según las
necesidades inmediatas y a largo plazo.
BIBLIOGRAFÍA
Ander-Egg, E. (1995). Diccionario
del Trabajo Social. Buenos Aires: Lumen.
Maslow, A. (1991).
Motivación y Personalidad. Madrid: Ediciones
Díaz de Santos S.A.
[1]
Maslow, A. (1991). Motivación y Personalidad. Madrid, España.: Ediciones Díaz de
Santos S.A. (página 86).
[2]
Maslow, A. (1991). Motivación y Personalidad. Madrid, España.: Ediciones Díaz de
Santos S.A. (página 86)
[3] Maslow, A. (1991). Motivación y Personalidad. Madrid, España.: Ediciones Díaz de
Santos S.A. (página 89)
[4] Maslow, A. (1991). Motivación y Personalidad. Madrid, España.: Ediciones Díaz de
Santos S.A. (página 92)
[5] Maslow, A. (1991). Motivación y Personalidad. Madrid, España.: Ediciones Díaz de
Santos S.A. (página 94)
[6] Maslow, A. (1991). Motivación y Personalidad. Madrid, España.: Ediciones Díaz de
Santos S.A. (página 95)
[7] Maslow, A. (1991). Motivación y Personalidad. Madrid, España.: Ediciones Díaz de
Santos S.A. (página 97)
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