El modelo resocializador
Subraya
como objetivo específico y prioritario del sistema la reinserción social del
infractor. El paradigma resocializador reclama una intervención positiva en el
penado que facilite el digno retorno de éste a la comunidad, su plena
reintegración social.
FUNDAMENTOS TEÓRICOS:
El
hombre y no el sistema, pasa a ocupar el centro de la reflexión científica: lo
decisivo no es castigar implacablemente al culpable, sino orientar el
cumplimiento y ejecución del castigo de modo tal que éste pueda reportar alguna
utilidad al propio infractor.
Destaca
por su realismo, no le interesan los fines ideales de la pena, ni el
delincuente abstracto, sino el impacto real del castigo, tal y cómo éste se
cumple, en el penado concreto de nuestro tiempo, no la pena nominal que
contemplan los Códigos, sino la que se ejecuta en los actuales establecimientos
penitenciarios. Asume, con todas sus consecuencias, la naturaleza social del
problema criminal.
El
paradigma resocializador propugna, neutralizar en la medida de lo posible los
efectos nocivos inherentes al castigo, a través de una mejora sustancial del
régimen de cumplimiento y ejecución de éste; y sobre todo, sugiere una
intervención positiva en el penado que lejos de estigmatizarle con una marca indeleble
le habilite para integrarse y participar el mismo en la sociedad.
EL DEBATE CRIMINOLÓGICO SOBRE LA
RESOCIALIZACIÓN DEL PENADO
Es
un debate científico empírico, de especulaciones, actitudes puramente
ideológicas o de estériles torneos oratorios. Versa sobre hechos concretos,
realidades contrastables y discurre ene l ámbito o esfera del ser, no en el
mundo normativo del debe ser. Interesa sobremanera a la criminología verificar
científicamente si cabe una intervención positiva, bienhechora, en el infractor
a través de la ejecución de la pena.
Niveles de resultados positivos
de la ejecución de la pena:
Evitando
el aprendizaje por los internos de nuevas actitudes y hábitos delictivos.
Influyendo sobre el comportamiento de aquéllos en la prisión. Incidiendo en la
conducta futura de los penados.
Concepto restrictivo de
tratamiento (médico-clínico)
Es
imprescindible una noción amplia e integradora de intervención, que supere el
tradicional de tratamiento, porque: El recluso no debe ser contemplado como un
enfermo, ni parece correcto ignorar que en la intervención penitenciaria,
existen otros sujetos implicados además de aquél.
Es
necesario reconocer que a la Administración Penitenciaria corresponde no solo
velar por una ejecución de la pena que favorezca la reinserción social del
recluso sino también, resolver otros problemas que condicionan la consecución
de aquél y reclaman una intervención eficaz. Definida la institución carcelaria
como organización y medio total de vida, no cabe seguir manteniendo una
drástica dicotomía entre actividades regimentales y actividades de tratamiento.
Así,
frente al concepto tradicional de tratamiento, entendido como conjunto de
actividades especificas y dirigidas a la neutralización etiológica del
comportamiento criminal concreto, que solo tiene en cuenta a la persona del
penado y el virus inaprehensible causante del delito en aras a su futura
reinserción social, debe prosperar un concepto pluridimensional, amplio y
realista de intervención, de naturaleza psicoeducativa y contenido asistencial.
MARCO DE LA INTERVENCIÓN: MODELO
CLÁSICO V/S MODELO AMBIENTALISTA
En
el modelo clásico predominaron siempre las medidas estructurales sobre al
naturaleza organizacional, y las de control negativo (sanciones) frente a las
de control positivo (refuerzo de comportamientos satisfactorios de los
reclusos).
El
modelo que se propone, subraya la importancia del medio físico del diseño arquitectónico carcelario, clima
de convivencia o ambiente en las prisiones, nivel de participación y motivación
de los internos en los distintos programas de actividades, y reclama el
análisis empírico de la propia institución, los elementos que la integran y las
relaciones de los mismos con la conducta de quienes conviven en ella.
La
intervención penitenciaria parte ya de una limitación o condicionamiento
estructural, derivada del escenario en el que tiene lugar.
Sobre
ésta, gravitan también limitaciones funcionales propias del rol y actividades
que han de desplegar los distintos profesionales implicados en el programa
rehabilitador.
Todo
programa de intervención debe romper el tradicional aislamiento comunitario de
la institución carcelaria, estableciendo una vinculación profunda entre
comunidad y prisión.
PROBLEMAS RETOS DE LOS PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN
La
existencia del conocido mecanismo del contracontrol que dificulta la eficacia
de los programas resocializadores al contraponer a éstos otras normas y pautas
antagónicas que rigen en el seno de las subculturas carcelarias (código del
recluso). Una dificultad especifica de los programas penitenciarios de
rehabilitación reside en la denominada ausencia o déficit de generalización de
los mismos.
Crisis de las tipologías
tradicionales del delincuente y moderno concepto de carrera criminal
La
aproximación tipológica parece poco útil para el análisis causal etiológico,
pues no clara ni explica el proceso que culmina, tipo a tipo, en la conducta
delictiva, la génesis o dinámica del comportamiento criminal.
En
su lugar, gana terreno de forma paulatina una nueva categoría, conceptual y
metodológicamente más útil: la de carrera criminal.
Esta
categoría permite el diseño de métodos longitudinales y no carga con la
hipoteca de los rasgos o categorías gnoseológicas prestablecidas sobre las
investigaciones de base tipológica, expresa además una evidencia empírica.
El
concepto de carrera delictiva cobra aun mayor interés relacionado con el de
competencia psicosocial.
Las
investigaciones sobre carreras delictivas pueden aportar una información
empírica valiosa en orden a la génesis y dinámica del comportamiento delictivo,
esclareciendo las variables y factores del proceso, y al diseño de programas de
intervención mas adecuados, con el objeto de promover los recursos personales y
sociales del penado y la efectiva participación social del mismo.
MODELO CONCRETO DE INTERVENCIÓN
Guarda
una relación directa con el modelo teórico explicativo de la conducta criminal.
El análisis etiológico de un fenómeno y la oportuna intervención en el mismo
constituyen dos planos logcos e inescindibles.
Clases de modelos
Modelo disuasorio o intimidatorio.
Descansa
en la premisa de que la conducta delictiva es un acto o decisión racional, de
suerte que en el infractor potencial ponderaría las ventajas y los
inconvenientes de su comportamiento, optando por respetar la ley si concluye
que los costes del crimen son más caros que los beneficios derivados de la
comisión del delito.
Modelo teórico, de corte sociológico.
Atribuye
el crimen a procesos, causas y conflictos sociales, han esclarecido la génesis
y etiología del fenómeno delictivo con éxito en el ámbito causal-explicativo.
Modelo Médico.
Desde
su prisma patologizador ve en la conducta delictiva el mero síntoma de una
enfermedad o trastorno psicopatológico subyacente, necesitado de cura a través
de la oportuna terapia.
MÉTODOS CONCRETOS DE TRATAMIENTO
Médica:
Pueden
ser farmacológicos o quimioterapicos.
Pedagógica pura:
Según
vayan dirigidos a cualquier interno se denominan generales, y a reclusos que
presenten ciertas deficiencias o discapacidades se denominan especiales.
Orientación psicológica:
Admiten
un sinfín de métodos y técnicas de intervención.
Intervención psicológica:
Conoce
3 clases de programas orientados en los modelos de:
1.
Aprendizaje operante, se sirve de procedimientos de refuerzo positivo, de
refuerzo negativo y de control aversivo.
2.
Aprendizaje social, sobresalen los de hogar de grupo que contribuyen al
aprendizaje de conductas prosociales y disminuyen los comportamientos
delictivos.
3.
Psicoterapéuticos, es una terapia constructiva dirigida a la situación de la
vida del sujeto, a sus necesidades emocionales e individuales, la terapia
positiva se propone fomentar la voluntad y la determinación del interno hacia
el cambio.
Métodos de tratamientos:
La psicoterapia grupal y el counseling
De
orientación psicodinámica como expresión de la terapia psicoanalítica,
constituyen dos de las primeras manifestaciones genuinas de la intervención en
el medio penitenciario.
-
Método analítico, utilizado por sociópatas crónicos, con jóvenes delincuentes
drogadictos y con internos que exhiben graves desajustes de personalidad.
-
Psicodrama, acude a la representación dramática para que el individuo exprese
sus conflictos.
-
Terapia familiar, pretende intervenir no solo en el interno, sino también en su
familia para fomentar una adecuada comprensión e interacción entre padres e
hijos.
-
Análisis transaccional, parte de la premisa que la personalidad del infractor
habitual padece una hipertrofia de dimensiones y comportamientos infantiles.
-
Counseling o asesoramiento personal terapéutico, opera como consejo vocacional
y pretende aportar al interno toda la información necesaria para el mejor
ajuste y rendimiento del mismo en el campo educativo, laboral y profesional,
identificando sus intereses, potenciando sus actitudes y habilidades.
Las técnicas de modificación de conducta
Son
de gran utilidad tanto del punto de vista clínico como institucional, y se ha
comprobado la eficacia de las mismas en la eliminación de conductas
antisociales y antirreglamentarias en el seno de la prisión, mitigación de
hábitos y dependencias, motivación del interno para elevar su nivel educativo,
cultural y profesional, o participar en programas de entrenamiento en
habilidades sociales y comportamiento asertivos o adquisición de información a
través de modelos.
-
Técnicas aversivas: intentan asociar un patrón comportamental no deseado a un
estimulo desagradable, o reorganizar la situación de manera que las
consecuencias de un comportamiento sean desagradables para quien lo pretende
llevar a cabo.
-
Técnicas basadas en el control de las contingencias: las principales son el
sistema progresivo (parte de un diseño gradual del cumplimiento de la privación
de libertad, por fases o etapas), la técnica de economía de fichas (descansan
en los principios de condicionamiento operante, constituyendo la técnica mas
difundida en el medio correccional).
-
El sistema de autogobierno y contrato conductual, pretenden dotar al interno de
un repertorio conductual adecuado para que pueda abandonar el mundo de la
marginación y el delito.
-
Tratamientos de orientación conductual, son algunas técnicas utilizadas por
psicópatas, que ponderan ciertas variables intrapsiquica, los de modelado (la
conducta prosocial se aprende o incrementa a través de la observación y la
imitación), y el entrenamiento en habilidades sociales
Técnicas de intervención de orientación cognitiva
Propugna
la necesidad de incorporar y valorar los diversos fenómenos y operaciones
cognitivas del individuo en orden a al comprensión de su conducta y a la eficaz
intervención en la misma.
-
Solución de problemas, entrenarlos en habilidades cognitivas para hacer frente
a las situaciones y conflictos de la vida cotidiana, venciendo la inhibición y
comportamiento impulsivo.
-
entrenamiento en habilidades sociales, dotar al infractor de las habilidades
sociales para relacionarse positivamente con 3º e interactuar de forma
prosocial en situaciones cotidianas.
-
Control emocional, reducir o controlar la activación emocional en situaciones
provocadoras, o dotar al individuo de habilidades cognitivas para hacer frente
a conflictos.
-
razonamiento crítico, enseñar al infractor a discurrir de una manera lógica y
racional.
-
desarrollo de valores, estimular en el infractor un debate axiológico libre y
sincero, haciéndole confrontar su sistema de valores con otras alternativas que
gozan de consenso social.
-
habilidades de negociación, ante un conflicto interpersonal, cabe una respuesta
abusiva, evasiva, conformista o negociadora, que busca salidas al problema,
cediendo y transigiendo
-
razonamiento creativo, la rigidez cognitiva conduce a un razonamiento lineal,
reduccionista, que limita las opciones del individuo y su propio horizonte
vital.
Comentarios